Catalizador: qué es, cómo mantenerlo averías frecuentes
El catalizador es un dispositivo que forma parte del sistema de escape del motor y es fundamental para reducir las emisiones contaminantes que son liberadas en el aire durante el proceso de combustión en el motor. El catalizador convierte los gases tóxicos en gases menos dañinos antes de que sean liberados a la atmósfera.
Durante su funcionamiento, un motor de combustión interna libera gases nocivos como monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NOx) e hidrocarburos no quemados (HC) que son peligrosos tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas. El catalizador es esencialmente una cámara repleta de una malla cerámica o metálica recubierta de un material catalizador, generalmente platino, paladio y rodio.
El núcleo del catalizador tiene estructura de panal que proporciona una gran superficie para que los gases entren en contacto con los metales preciosos. La estructura de panal también ayuda a distribuir uniformemente los gases a través del catalizador y a reducir la resistencia del flujo de gases de escape, lo que ayuda a reducir la presión en el sistema de escape del vehículo.
Los gases de escape del motor pasan a través del catalizador y entran en contacto con los metales preciosos recubiertos en el núcleo. Los metales preciosos actúan como catalizadores para acelerar la reacción química que convierte los gases tóxicos en gases menos dañinos. En la primera etapa, el monóxido de carbono y los hidrocarburos no quemados se oxidan y se convierten en dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O). Este proceso se conoce como oxidación catalítica.
En la segunda etapa, el óxido de nitrógeno es reducido mediante una reacción química conocida como reducción catalítica selectiva (SCR). Durante esta reacción, el óxido de nitrógeno se combina con amoníaco (NH3) para producir nitrógeno (N2) y agua (H2O). La mayoría de los vehículos modernos utilizan el sistema SCR para reducir las emisiones de NOx.
La eficiencia del catalizador depende de varios factores, incluyendo la temperatura de los gases de escape, la cantidad de oxígeno presente en los gases de escape y la cantidad de metales preciosos presentes en el catalizador. Si la temperatura de los gases de escape es demasiado baja, el catalizador no funcionará de manera eficiente. Por lo tanto, el motor debe funcionar a una temperatura óptima para que el catalizador funcione correctamente.
Además, si el motor no está funcionando adecuadamente, esto también puede afectar la eficiencia del catalizador. Un motor que no está funcionando correctamente puede producir una cantidad excesiva de gases tóxicos, lo que puede sobrecargar el catalizador y disminuir su eficiencia con el tiempo.
Averias del catalizador
Para mantener el catalizador en un estado óptimo, es importante mantener el motor y el sistema de escape en buen estado. Evita el uso de combustibles contaminados y sigue las recomendaciones del fabricante para el mantenimiento del vehículo. Si se sospecha que el catalizador está dañado, se debe llevar el vehículo a un mecánico de confianza para que lo inspeccione y realice las reparaciones necesarias.
Estas son algunas de las averías que puede sufrir el catalizador de un coche:
Obstrucción del catalizador: La acumulación de suciedad, hollín o ceniza en el catalizador puede provocar su obstrucción y reducir su eficiencia. Una obstrucción en el catalizador también puede causar una disminución en la potencia del motor, una reducción en la economía de combustible y una posible rotura del motor.
Desgaste del catalizador: Con el paso del tiempo, el revestimiento de metales preciosos en el catalizador puede desgastarse disminuyendo su capacidad de convertir los gases tóxicos en otros menos dañinos. El desgaste puede ser resultado de un fallo en el motor, mezcla de combustible incorrecta, uso excesivo o mantenimiento insuficiente.
Contaminación del catalizador: Si se introduce algún producto químico tóxico en el motor, como plomo, anticongelante o aceite, el catalizador puede dañarse y disminuir su eficiencia. Esto puede ser el resultado de un falklo en el sistema de combustible o en el sistema de lubricación.
Impacto físico: El catalizador puede dañarse debido a un impacto, como un golpe en la carretera o un accidente automovilístico. El daño puede ser evidente, como una deformación visible, o puede ser interno, como una rotura en la estructura de panal.
Sobrecalentamiento: Si el motor funciona a una temperatura demasiado alta, el catalizador puede sobrecalentarse y dañarse. Esto puede ser el resultado de un fallo en el sistema de refrigeración, una fuga de líquido refrigerante o una obstrucción en el radiador.
